La semana pasada falleció nuestro querido Santo. Santo ya llevaba un tiempo con signos evidentes de que la leishmania le estaba ganando la pelea. Durante este tiempo se ha intentado mejorarle la situación y se le ha mimado, especialmente con las comidas, pero al final tuvimos que tomar la dura decisión de dormirlo, para que descansara definitivamente. Santo nos regaló su amistad, fidelidad y cariño y siempre fue un buen perro; siempre al margen de peleas, obediente y con una mirada que hablaba. Ya te echamos de menos Santito...
Hasta siempre Santo, que seas muy feliz en el cielo de los perros.
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