lunes, 22 de marzo de 2010

NOTICIAS PERRUNAS Y OTRAS ANIMALADAS

Leyendo el periódico el pasado domingo por la mañana me encontré con la siguiente noticia: “De perro abandonado a héroe en Haití.”. `Turco´ fue encontrado con un tajo en el cuello. Sus dueños le extrajeron así el microchip. Sin chip, no hay denuncia. `Turco´, un labrador jovencito, quizá un regalo de Reyes, vagabundeó no se sabe cuánto tiempo por las afueras de Tarifa, en pleno verano de 2008, y acabó en un campo de maniobras. Lo recogieron unos militares que hacían ejercicios de tiro, muerto de sed, hecho un saco de huesos, lleno de pulgas y parásitos. Y con un pedruscazo en el hocico que todavía supuraba, cortesía de otro `amante´ de los animales. Turco estaba tan traumatizado que olvidó cómo se ladraba, como un niño que enmudece por los malos tratos. Un año después de su odisea, el perro seguía sin poder articular un guau. Así fue como Turco se cruzó en la vida de Cristina Plaza Jorge, una soldado profesional de 22 años, vallisoletana, destinada en Ceuta. `Turco´ se recuperó de sus heridas gracias a los mimos de Cristina. Y recobró la alegría, pues la nobleza nunca la perdió. Vivieron juntos ocho meses felices. Ganó peso, aunque seguía sin ladrar. Un buen día, Cristina decidió llevarse a “Turco” a su pueblo, Castronuevo de Esgueva, en Valladolid.» Allí, Turco conoció la nieve. Pero el destino le tenía reservada una nueva sorpresa. El perro rescatado de la muerte por unos soldados de buen corazón iba a tener ocasión de demostrar su generosidad y devolver el favor. Con creces. Un bombero del grupo de especialistas en rescates de la Junta de Castilla y León, lo vio corretear por el pueblo e intuyó enseguida que aquel chucho alegre, vivísimo, que lo olfateaba todo con la curiosidad de un detective, sin despistarse jamás, tenía madera de héroe. Pidió permiso a Cristina para hacerle una prueba. Cristina les puso a los bomberos tres condiciones antes de donarles a `Turco´: que no le cambiasen el nombre, que le dejasen verlo cada vez que fuera a Valladolid y que, si el perro no superaba las pruebas, se lo devolviesen. Y los avisó, además, del gran inconveniente: no ladraba. ¿Cómo se las arreglaría para alertarlos si encontraba un superviviente entre los escombros? A los quince días le llamaron por teléfono para decirle que su perro ya ladraba y que estaba hecho una máquina.
Completado su entrenamiento, llegó la prueba de fuego. `Turco´ voló a Haití con un equipo de siete bomberos de los parques de Valladolid, Tordesillas y Palencia. Y demostraron lo que valen. Participaron en 18 rescates. Hasta los perros se deprimían ante la enormidad de la tragedia. Pero cada vida humana cuenta. Ahora de vuelta a España Turco sigue mordiendo los palitos, su gran afición, jugando con `Dopy´, su compañero de fatigas. Y entrenándose diariamente para seguir salvando vidas como si tal cosa. Desde aquí miles de gracias a todos los que creen en las segundas oportunidades. Desde el Arca de Santi trabajamos para devolver a nuestros perros la dignidad que nunca debieron de perder. Hasta la semana que viene, sed buenos y responsables con vuestras mascotas. Recuerda que si quieres ayudarnos hazte voluntario.

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